El clima es el resultado de una compleja interacción entre varios elementos y factores, por ello, una pequeña modificación puede alterar todo el sistema. Para adaptarnos a un clima diferente es necesario saber cómo está cambiando la temperatura a nivel global, regional y local. Con ese objetivo, en 1988 la Organización Meteorológica Mundial (OMM), y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), crearon el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), que presenta informes periódicos de los avances en el conocimiento sobre el sistema, la variabilidad y cambio climático. Actualmente ya se observan y se pronostica la repetición de los siguientes impactos:
 

 Aumento de la temperatura promedio global de los océanos y la superficie terrestre;

 Elevación promedio mundial del nivel del mar;

 Acidificación en los océanos;

 Incremento de la temperatura superficial del mar;

 Alteración de la abundancia de algas, plancton y peces en los ambientes marinos;

 Modificación de los patrones naturales de precipitación;

 Inundaciones recurrentes;

 Aumento en el número e intensidad de huracanes, principalmente en el Atlántico Norte;

 Sequías más prolongadas;

 Mayor número de días y noches cálidas a nivel global;

 Ondas cálidas más frecuentes y pronunciadas en Europa, Asia y Australia;

 Disminución en la disponibilidad de agua para consumo humano, agrícola e hidroeléctrico;

 Baja productividad agrícola;

 Adelgazamiento de las capas de nieve en Groenlandia y la Antártica;

 Disminución de los glaciares a nivel mundial;

 Reducción de la capa de nieve primaveral del Hemisferio Norte;

 Pérdida de biodiversidad y cambio en la composición de los ecosistemas;

 Disminución de la temperatura promedio en ciertos lugares;

 Mayor propensión a incendio forestales;

 Alteración de los ciclos biológicos y distribución geográfica de la flora y fauna;

 Modificación de los vectores de enfermedades infecciosas en ciertas áreas;

 Incremento, en Europa, del índice de mortalidad a causa del aumento de las temperaturas;

Debido a su posición geográfica en la parte sur del hemisferio norte y por sus condiciones económicas y sociales, México es un país vulnerable a los impactos del cambio climático, pero en particular, los estados del Golfo, entre los que se encuentra Tabasco. El aumento de temperatura afecta no solo a la biodiversidad, también impacta a la sociedad en general y a la población vinculada al sector agropecuario, ya que los cambios extremos y las inundaciones perjudican drásticamente su productividad, sobre todo en las áreas de riego temporal..

Otra consecuencia asociada con el aumento de la temperatura de los mares y el deshielo de los casquetes polares, es la elevación del nivel medio del mar y la exacerbación de los procesos de erosión en las costas arenosas, dando lugar a la degradación de importantes ecosistemas costeros como manglares y humedales, dunas y playas, además de afectaciones a la infraestructura costera, viviendas, carreteras, muelles, puertos, puentes, etc., siendo mucho mayor el efecto tanto en zonas bajas costeras como en islas. Un estudio de vulnerabilidad realizado en la costa del estado de Tabasco, encontró que los sitios con mayor vulnerabilidad por inundación se encuentran frente a los sistemas lagunares costeros más importantes del estado, a saber, Carmen-Pajonal Machona y Mecoacán.

Emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero

Las emisiones directas de GEI en el país, sin considerar las absorciones, ascendieron a 700 millones de toneladas de CO2 equivalente (MtCO2e), de las cuales la mayor contribución se debe al autotransporte, con 22.8%, seguido por las actividades de generación de energía eléctrica con 20.3%, ganadería con 10.1% y residuos con 6.6 por ciento (SEMARNAT E INECC, 2018). Entre 1990 y 2015, las emisiones totales de GEI crecieron en 57%, a una tasa de crecimiento media anual (TCMA) de 1.8 por ciento. Sin embargo, en los últimos años se observa un desaceleramiento, ya que entre 2010 y 2015 las emisiones aumentaron 5% y la TCMA fue de 0.9%, cuando entre 2005 y 2010 las emisiones crecieron 12.9% con una TCMA de 2.5 por ciento. Las emisiones por persona fueron, en 2015, de 3.7 toneladas de CO2e, nivel que está por debajo del promedio mundial de 4.4 toneladas de CO2e.

Fuente: Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero 1990-2015 INEGYCEI

Política Estatal ante el Cambio Climático

En el Plan Estatal de Desarrollo 2019 – 2024, se establece como uno de sus objetivos el de: Implementar la política estatal de cambio climático para transitar hacia una economía competitiva, sustentable y baja en carbono.

El cual considera las siguientes líneas de acción:

 6.4.3.7.2.2. Implementar la estrategia estatal para la reducción de emisiones por deforestación y degradación de bosques y selvas, para un desarrollo bajo en carbono.

 6.4.3.7.2.3. Instrumentar mecanismos de medición, reporte, verificación, así como monitoreo y evaluación, que fortalezcan las políticas e instrumentos para enfrentar el cambio climático.

	Estudio | Servicios ecosistémicos de los agroecosistemas de cacao y oportunidades vinculadas con los mercados de carbono: el modelo de la Hacienda La Luz, Comalcalco, Tabasco. (Informe Final)

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