- Con siete salas temáticas y 123 exhibiciones permanentes y temporales, el Museo Interactivo cumplirá la mayoría de edad el 5 de febrero próximo; anuncian entrada gratis para todos los niños e innovaciones en talleres, experimentos y demostraciones
Fascinación. Asombro. Mucha curiosidad. Eso y más se descubre en la mirada de los visitantes, en su mayoría niñas, niños, que diariamente traspasan el pórtico de la imponente estructura de forma piramidal, armada con grandes cristales azules transparentes, que da la bienvenida a la casa de la ciencia y la tecnología, al grandioso mundo del Museo Interactivo Papagayo.
Fundado el 5 de febrero de 2005, el Papagayo está próximo a cumplir 18 años de vida, o como bien dicen, ‘a ajustar su mayoría de edad’.
Está ubicado, hoy por hoy, dentro de los 10 mejores museos del país en su tipo, y forma parte de una red de 40 instituciones interactivas que operan en todo el territorio nacional con una misión noble e incuestionable: transmitir conocimiento, fomentar aprendizaje y estimular la imaginación en la niñez.
A través de sus siete salas temáticas, con 123 exhibiciones permanentes y temporales, este ‘hermanito’ del Museo Papalote –con sede en la Ciudad de México– brinda a las familias la oportunidad de entretenimiento por medio de actividades lúdicas y talleres educativos, relacionados con la vida cotidiana de la población infantil.
‘Esa es la magia; ellos, las niñas, niños, adolescentes, son nuestra motivación’, se sincera Eloísa Ocampo González, directora del recinto interactivo situado en Villahermosa, y que día a día abre sus puertas para acercar contenidos científicos a quienes son considerados ‘el recurso más importante del mundo y la mejor esperanza para el futuro’.
Único en su tipo en el Sureste mexicano, el Papagayo ha encontrado en la innovación, en la renovación permanente de sus atractivos, la autopista para mantener en todo lo alto su vuelo y afrontar los desafíos que impone una época postpandemia, dominada por la creciente necesidad a digitalizar todo: lo económico, lo educativo, lo laboral, e incluso, el entretenimiento.
De ese tamaño es el reto. Adaptación a los cambios para no extinguirse. Transformación para subsistir, pero también para trascender.
‘Es una lucha diaria en la que no decaemos. La clave es permanecer en constante movimiento para que los visitantes tengan ofertas nuevas que disfrutar’, asevera Ocampo González, quien cuatro años atrás, con la llegada de los primeros gobiernos de la transformación a México y a Tabasco, tomó las riendas de la “institución museística de cuarta generación que promueve, mediante el juego y los conocimientos científicos y tecnológicos, el desarrollo de la capacidad intelectual de los niños”.
La tarea no es sencilla. Como organismo público descentralizado de la administración estatal, el museo infantil no está exento de las restricciones presupuestales que impactan en toda la esfera de gobierno. ‘Hay que hacer más con menos, ser ingeniosos para que nuestra oferta sea de calidad’, aceptan sus propios trabajadores.
Hace 18 años el Papagayo era la novedad, generaba expectativa. El inmueble diseñado por el prestigiado arquitecto Abraham Zabludovsky, creador de más de 200 obras, entre las que también destacan el Museo Tamayo de Arte Contemporáneo y el Auditorio Nacional, contaba con recursos importantes para su funcionamiento, pero eran otros tiempos, esos que estuvieron arropados por el boom petrolero en Tabasco.
Ahora, el Museo Interactivo –asentado en un terreno de 23 mil 782 metros cuadrados y cuya construcción costó unos 220 millones de pesos– no sólo vive del presupuesto que anualmente se le asigna. Complementa sus gastos operativos con ingresos propios y la solidaridad de los llamados ‘Amigos del Papagayo’, esto es, instituciones públicas y empresas socialmente responsables que fondean actividades e incluso, ‘adoptan exhibiciones’ con el compromiso de restaurarlas y conservarlas en buen estado.
‘Está próxima la gran fiesta’
‘El museo es querido por niños y niñas, porque los envuelve en el conocimiento a través del juego y la convivencia’, destaca la directora del inmueble. Pero no todo ha sido ‘miel sobre hojuelas’. También habla de lo complicado que significó el cierre de alrededor de dos años a causa de la emergencia sanitaria de COVID-19, una etapa en la que incluso operaron como sede de vacunación.
Reabrió sus puertas al público en enero de 2022, tras el prolongado confinamiento y las medidas restrictivas aplicadas por el gobierno para contener la propagación del virus SARS-COV-2. De forma gradual también comienza a recobrar la afluencia y en la actualidad está cerca de volver a los niveles que tenía al cierre de 2019, cuando registró más de 65 mil visitantes.
Por sus salas ‘Cuida’, ‘Piensa’, ‘Imagina’, ‘Juega’, ‘Vive’ –que integra un espacio de lectura Braille–, ‘Cacao y Chocolate’ y del Barco Capitán Beuló ‘Mensajero de la Salud’, más la exhibición de ‘El Chipilín’, el avión Turbo Comander 690-B donado por el Gobierno Estatal, circularon poco más de 55 mil personas el año pasado. Todo fue resultado de un intenso programa de promoción y de transformación de atractivos.
‘Hemos generado muchísima expectativa en las redes sociales, esa es la modernidad y el cambio que se está viendo. Hace 18 años este tipo de promoción no existía, ahora tenemos esa ventaja que hay que aprovechar. También estamos en Televisión Tabasqueña, que nos abrió las puertas y nos produce el programa Asombrosamente Papagayo que se transmite todos los sábados’, remarca Eloísa Ocampo.
De cara a lo que viene y a su celebración de 18 años de existencia, la directora del museo asume con decisión el compromiso de mantener al ‘Papagayo’ por una ruta de vuelo que le permita consolidarse en dos vertientes: Una) Ser un referente educativo y cultural del estado. Dos) Ofrecer a los tabasqueños y a quienes nos visitan de otras latitudes, más momentos inolvidables, llenos de diversión, juego y aprendizaje.
Lo inmediato. La fiesta de aniversario. El próximo domingo 5 de febrero, el Papagayo estará de manteles largos y como regalo permitirá que todos los niños entren gratis a gozar de talleres innovadores, experimentos y demostraciones interactivas.
‘Van a participar danzoneros, un grupo de lucha libre que hará una exhibición de manera didáctica viene Pony Ranch, payasitos viales de la Policía Estatal de Caminos, la Cruz Roja, el Yumká, Conagua, CEAS, el Consejo de Ciencia y Tecnología, Cultura Reptil, Argea Reptil, en fin, son más de 30 Amigos Papagayos que vendrán como invitados especiales, y vamos a tener muchas sorpresas’, refiere Eloísa Ocampo.
La asistencia estimada durante la celebración –calcula la funcionaria– podría rebasar las 2 mil personas, que en horario de nueve de la mañana a cinco de la tarde, podrán vivir la experiencia en medio de medidas de seguridad sanitaria y de la mano de cerca de un centenar de ‘Primos’ o guías educativos.
Todo está listo para este gran acontecimiento; 18 años se dicen fácil, pero detrás hay toda una historia de lucha, de empeño para preservar el museo; ‘para que cada día se vea mejor, rehabilitándolo, reabriendo espacios que antes estaban cerrados por falta de mantenimiento, como el caso del Barco Capitán Beuló, para cuya reinauguración estamos trabajando a marchas forzadas’, concluye, y recalca la invitación a no perderse la gran festividad.