- La Obesidad es un factor de riesgo que ha venido creciendo desde hace 30 años, triplicando el número de personas afectadas
- De acuerdo a un estudio, el 17.4 por ciento de los mexicanos con COVID-19 tenía obesidad
- Invitó a hacer conciencia de lo que se está viviendo y pugnar por educación en la forma de comer y cambiar los hábitos de actividad física
Como parte del programa de la Primera Jornada Académica Internacional ISSET 2020, “El Impacto del Covid-19 en el mundo”, que organiza el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Salud y el Instituto de Seguridad Social del Estado Tabasco (ISSET), se abordó este día, el tema de la obesidad, como una enfermedad de riesgo ante el COVID-19.
Con postgrado en rehabilitación cardiovascular, al disertar la conferencia, “Obesidad, la muerte anunciada por COVID-19”, subrayó que la pandemia ha demostrado al sector salud, que el esfuerzo por compartir y prevenir la obesidad, debe ser mayor a fin de reducir la carga de enfermedades crónicas y los resultados adversos de la pandemia.
“Estamos viviendo una pandemia, no solamente por un agente viral, sino también, una epidemia, que es la obesidad, y que es importante tenerlo en cuenta, no se trata nada más de hablar de números, de riesgo, sino ser conscientes que esta enfermedad es un factor de riesgo, que desde hace muchos años, ha venido con un crecimiento exponencial”, alertó.
En un análisis de la relación de la obesidad y la mortalidad por COVID, precisó que a nueve meses de la pandemia en México, la obesidad sigue siendo un problema de salud grave, teniendo como aliado el confinamiento que ha vuelto a muchas personas sedentarias, aumentando la ansiedad y por ende la ingesta de alimentos ricos en carbohidratos y altamente energéticos.
Advirtió que el país cuenta con un 80 por ciento de la población mexicana, que sufre de problemas de salud en relación al peso.
“Bajar la guardia nos pone indefensos ante esta enfermedad, no solo los médicos tienen que concatenar esfuerzos, sino también necesitamos cambiar la cultura la población”, apuntó.
Destacó la importancia de crear conciencia en los pacientes, que la diabetes, hipertensión, tienen que estar controladas para disminuir el riesgo de complicaciones y en todo momento hacer la detección de COVID, que de no hacerlo, pondría en peligro a ambos.
Sostuvo que el no hacer conciencia del cuidado de la salud, ha elevado la presencia de factores de riesgo, la prevalencia de la obesidad y el sobrepeso, además de trastornos psicológicos, por lo que es indispensable decirles a las personas que se atienden, que la educación consiste en aprender a comer, cambiar los hábitos de actividad física, pero también la vigilancia, porque la población que está enferma de COVID-19 está en aumento.
Precisó que de 126 millones de mexicanos, 96 millones tienen problemas de peso, con más de 300 mil muertes al año y un costo económico de 5 por ciento del PIB.
Compartió que de acuerdo a un estudio, el 17.4 por ciento de los mexicanos con Coronavirus tenía obesidad, y una mayor proporción de pacientes con obesidad requirió apoyo en la UCI y ventilación mecánica asistida.
“Debemos crear conciencia acerca de lo que estamos viviendo no solo atrincherarnos en nuestros consultorios, y ponernos nuestro equipo de protección personal todos los días, para poder atender a las personas, es hacer sentir que esas personas que llegan con nosotros tengan la certeza que vamos a revisar sus factores de riesgo”, externó.
Indicó que con la obesidad, no estamos hablando de un problema respiratorio, cardiovascular o metabólico, es una enfermedad que al no ser transmisible, se puede controlar, debe ser tratada, con tiempo, dedicación y sobre todo vigilancia y educación en la salud.
Mencionó que la obesidad está relacionada con enfermedades cardiovasculares, pulmonares, hipertensión, por lo que muchos estudios revelan que también está relacionado con algunos cánceres como el de tiroides, digestivo, cérvico uterino y de mama, así como testicular.
Por otro lado, se impartieron durante la jornada de este día, pláticas acerca de la Fisiopatología de Anosmia Disgeusia en COVID-19, relacionada con la pérdida de olfato, de lo cual la doctora Yolanda Ruth Cortés Vega, señaló que hay evidencia que estos síntomas, apoyan la importancia de las manifestaciones quimiosensoriales en la evaluación y detección temprana de pacientes sospechosos de COVID.
Sobre los mitos y realidades del tratamiento del COVID, habló el Doctor Carlos Alberto Amores Tamay, quien expuso que solamente la Dexametasona está comprobada como medicamento que ayuda considerablemente en el tratamiento del COVID, y que ni la Ivermectina, Oseltamivir y Azitromicina tienen tal efectividad, en la cura del virus, y a quienes se les ha aplicado y se han curado, más que nada obedece a su sistema inmunológico y su caso específico.
Por su parte, el Doctor Óscar Vázquez Rovirosa, especialista en fisioterapia, proporcionó una serie de técnicas de ejercicio para lograr la rehabilitación pulmonar post COVID, no obstante mencionó que no existen evidencias que las técnicas de fisioterapias respiratorias, mejoren los principales síntomas generados por el SARS-Cov-2.
En tal sentido, recomendó al mismo tiempo, evitar largos períodos de sedentarismo e inmovilidad, realizar ejercicio físico diario, coordinar la respiración con las técnicas sugeridas y favorecer una adecuada hidratación.