Nacajuca.- “Mamita…mamita…mamita”, parlotea, graciosa, ‘Pola’, una lora parlanchina, en el despunte de la mañana.
Un tanto inquieta por el ensordecedor ruido que genera la maquinaria que se alista para la reconstrucción del camino de acceso a la ranchería Samarkanda, la cotorra domesticada habla a su dueña, doña Aurora, en pleno regocijo por los trabajos que inician para rehabilitar una vía “que desde siempre ha estado abandonada”.
“Obras son amores y no buenas razones”, consigna la sabiduría popular. Doña Aurora Solís Montejo, una septuagenaria dedicada a “lavar y planchar ajeno”, lo confirma.
Habita, “por necesidad”, en el asentamiento irregular ubicado en la zona federal de la ribera del Carrizal, cerca del puente Tierra Colorada I y como cada mañana, con dedicación y pasión, riega “las plantitas” que dan vida a su vivienda construida con tejas de lámina, un tanto corroídas por el paso del tiempo. “La ayudita” que le da el gobierno, a través de programas sociales, admite ella misma, complementan su sustento.
Son las ocho antes del mediodía, del jueves 04 de julio. El segundo semestre del régimen de la Cuarta Transformación en Tabasco arranca a ‘tambor batiente’.
La repavimentación de los primeros cinco kilómetros de la vía Samarkanda-Lagartera forma parte de una serie de trabajos que, de aquí a fin de año, se llevará a cabo en todo el Estado para la rehabilitación, reconstrucción y mantenimiento de caminos, anuncia el Gobernador Adán Augusto López Hernández.
La inversión para todas estas acciones, revela, es cuantiosa, “más o menos” 800 millones de pesos.
A la vía polvorosa y destruida por las inundaciones, la negligencia y la desatención, el mandatario ha llegado con un firme propósito: frenar el grave deterioro que exhibe la infraestructura de la entidad.
Para dar una idea, dimensiona, “reconstruir todos los caminos y carreteras de Tabasco implica una inversión de casi 16 mil millones de pesos… recurso que evidentemente no se tiene”, advierte. El diagnóstico es lapidario.
Desde su hogar, situado a orilla de carretera, a escasos metros del evento de banderazo a la compactadora y la motoconformadora que “meterán el acelerador” a la reactivación económica que ya se siente en Tabasco, doña Aurora aplaude la acción gubernamental que está a cargo de la Junta Estatal de Caminos.
“Qué bueno que van a arreglar el camino, porque las inundaciones lo tienen bastante feo y descompuesto”, dice la viejecilla, que pese a su edad –según se sincera– aún conserva fuerzas hasta “pa’ mantener” a su esposo, don Hipólito Hernández Pulido, un octogenario que durante toda su vida se dedicó a la albañilería, pero que ahora “¡no pega ni un golpe!”, confiesa, entre risas, sarcástica, la cónyuge.
Confianza en la 4T
En este punto, donde aún permanece vigente el asunto de la delimitación, es decir, si incumbe a Nacajuca o corresponde técnicamente a Centro, Adán Augusto ha decidido empezar el cuarto día de la semana 27 de su gobierno. La agenda incluye otro banderazo de reconstrucción carretera en Saloya, Nacajuca.
En total serán 11 kilómetros atendidos –incluidos otros seis mil metros lineales de obra correspondiente al tramo Saloya-Nacajuca. El costo contratado de ambas asciende a 32 millones de pesos y arrojará beneficios directos a 14 mil habitantes.
El compromiso con la recuperación económica se refleja en los hechos. Las empresas ganadoras de los concursos son tabasqueñas: Vervill y Tabasco Casa; la primera de Cárdenas, la segunda de Villahermosa. Las dos comparten la nueva etapa que existe entre gobierno y constructores, en una relación “sin moches” y de mayor exigencia con Tabasco.
La única condición es que “se hagan las cosas bien y que se cumpla en tiempo y forma”, sentencia Adán Augusto, sin titubeos, y dice que pese a las limitantes presupuestales, habrá mayor inversión para el rubro carretero en 2020.
“Nacajuca agradece mucho toda esta inversión, se le hace justicia a nuestro pueblo. Estamos cumpliendo y está cumpliendo Gobernador, con la Cuarta Transformación”, asienta, emocionada, la alcaldesa Contreras García, un reconocimiento al que se suman de forma espontánea y pidiendo el micrófono fuera de programa, los delegados de Tierra Colorada 3ª Etapa, Imelda Gómez Jiménez y de Samarkanda, Pedro Bayona Contreras.
Sin buscarlo se da pie a un diálogo, franco, sin protocolos, en medio de la concurrencia, arremolinada, frente a la lona impresa con el anuncio de la obra, en Samarkanda, todavía en el primer punto del recorrido.
“Le damos las gracias porque hemos estado marginados por mucho tiempo… las calles aquí son una problemática, están en pésimas condiciones, ahorita nos van a suspender el transporte y pedimos su apoyo…”, coinciden los portavoces comunitarios.
“¡No nos olvide! Confiamos en la Cuarta Transformación y queremos que usted haga la diferencia entre tantos gobiernos que han pasado y no han hecho nada”, remata Imelda Gómez, consciente de que ha transmitido el sentir social. El mensaje encuentra eco.
“Precisamente por eso estamos aquí, porque conocemos el estado de las calles y sabemos que esta es una añeja demanda” -concluye el mandatario, mientras apremia el paso de un gobierno, el suyo, que tras seis meses ha comenzado a enderezar el barco llamado Tabasco.