- Arrancará en enero del 2020; se dará prioridad a familias chontales, adelanta el Gobernador.
- Suscribe con titulares de la Secretaría de Bienestar federal y la Conavi convenio de colaboración que permitirá dotar de hogares a sujetos agrarios de Sembrando Vida
- Pide a María Luisa Albores intervención para revertir la medida que por dimensión poblacional, imposibilita a indígenas de la entidad acceder a pensiones, como la de adultos mayores
El gobernador Adán Augusto López Hernández adelantó que en enero de 2020 arrancará en Tabasco un programa de vivienda social para familias de comunidades indígenas chontales y de zonas marginadas del Estado.
Precisó que esta iniciativa, cuya bolsa estará lista hacia finales de año, permitirá revertir el déficit que la entidad enfrenta en materia de vivienda social, bajo un esquema de organización que dará a la comunidad, a través de asambleas, el poder de decidir quiénes serán los beneficiarios de las acciones.
Con la secretaria de Bienestar federal, María Luisa Albores González, y la directora general de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), Edna Elena Vega Rangel, el mandatario suscribió este martes un convenio de colaboración para la producción social de vivienda, que dotará de una casa digna a los sujetos agrarios del programa “Sembrando Vida”.
Precisó que en Tabasco, en correspondencia al esfuerzo emprendido por la Federación, el programa iniciará con un primer paquete para construir 100 acciones en beneficio de “sembradores” de vida de los municipios de Jalapa, Tacotalpa y Teapa.
Añadió que se hará lo propio en las zonas rurales, retomando un modelo de construcción que ha sido exitoso en el municipio de Comalcalco.
Ante Javier May Rodríguez, subsecretario de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional, Javier May Rodríguez, López Hernández recordó que el ahora funcionario federal de la Secretaría de Bienestar, como alcalde de Comalcalco –en el periodo 2016-2018–, diseñó un programa que se ha mantenido y hoy registra un promedio de 800 viviendas sociales entregadas por año.
“Nuestro compromiso es copiarlo y replicarlo en todo el Estado”, anticipó, y planteó que la idea es dar preferencia a aquellos jóvenes que están casados y formando una familia, para que dejen de estar “arrimaditos” con sus padres y empiecen hacerse de un “capitalito”, trabajando la tierra.
“Programas federales ya se sienten”
En el evento que convocó a beneficiarios del programa Sembrando Vida y desarrolladores de vivienda, el jefe del Ejecutivo destacó que por disposición del Gobierno de la República, “los programas federales ya se sienten en Tabasco”.
López Hernández remarcó que la entidad ocupa los primeros tres lugares a nivel nacional, entre los estados donde hay el mayor número de acciones de programas como Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro y pensiones para Adultos Mayores y Personas con Discapacidad.
De manera específica, pidió a la secretaria de Bienestar su intervención para revertir la decisión que a Tabasco, por su dimensión poblacional, limita a indígenas a acceder a programas sociales, como el de adultos mayores.
“Resulta que Tabasco, en la medición que se hizo, resultó como un Estado sin municipios con población indígena, y eso impide que nuevos posibles beneficiarios puedan entrar al programa”, explicó.
López Hernández confió en que la ayuda de Albores González contribuirá a destrabar esa situación, para que el año próximo se sienta ese beneficio en las localidades indígenas, que desde siempre han sido las más abandonadas.
En el evento efectuado en Palacio de Gobierno, María Luisa Albores precisó que la firma del convenio dará paso a un programa demostrativo que comenzó aplicarse en Veracruz, y que ahora llega a Tabasco, gracias al trabajo en equipo de Bienestar, Conavi, Gobierno del Estado y ayuntamientos, con el objetivo de combatir la pobreza en las zonas rurales.
Subrayó que al dotar de vivienda a los productores inscritos en “Sembrando Vida”, además de contribuir a reducir la brecha de desigualdad, se genera un sentido de pertenencia y amor por la tierra, y se reconstruye el tejido social a partir de la democracia, porque son los propios campesinos, acentuó, quienes eligen por consenso a los beneficiarios.
La secretaria de Bienestar remarcó que Sembrando Vida es una realidad que eroga mensualmente 331 millones de pesos en Tabasco para la reforestación de 150 mil hectáreas. Es un programa, recalcó, que busca generar 60 mil empleos permanentes de aquí al año 2024, en los ejidos, comunidades y rancherías.
A su vez, Edna Elena Vega precisó que en el desarrollo de las primeras 100 acciones del programa de producción de vivienda social se aplicarán 15.5 millones de pesos, aportados por Conavi, Gobierno del Estado –a través del Instituto de Vivienda de Tabasco (Invitab)–, ayuntamientos involucrados y beneficiarios de “Sembrando Vida”.
La funcionaria del organismo sectorizado de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), puntualizó que adicionalmente, Conavi en colaboración con Invitab destinará otros 14.5 millones de pesos para impulsar acciones en otros municipios.