1.         Atender inmediatamente las solicitudes que le sean formuladas por el imputado, o por el juez de la causa;

2.         Solicitar al juez de la causa la libertad del imputado, si procediera;

3.         Hacer valer los medios que desvirtúen los elementos del tipo penal o la probable responsabilidad del defendido, en cualquier etapa del proceso, ofreciendo las pruebas y promoviendo los incidentes, recursos, amparos;

4.         Asistir jurídicamente al defendido y estar presente en el momento en que rinda su declaración o entrevista;

5.         Promover soluciones alternativas al proceso;

6.         Informar al defendido o a sus familiares del trámite legal que deberá desarrollarse en la fase de apelación;

7.         Formular los agravios respectivos en el momento procesal oportuno, durante la tramitación del recurso en segunda instancia;

8.         Practicar las visitas que sean necesarias a los centros de reclusión con el objeto de comunicar a su defendido el estado procesal de su expediente e informarle de las acciones para obtener los beneficios que en su caso correspondan.